En esta estancia predominan los tonos ligeros y la iluminación. Su denominación es debida a la decoración del techo, ya que en su punto central sobresalen tres hermosos angelotes en altorrelieve que simulan sujetar la lámpara principal. El dormitorio está ricamente decorado con muebles del siglo XIX, réplicas de estilos rococó, imperio y restauración. La cómoda que decora esta habitación, sin embargo, destaca por ser un mueble auténtico de estilo regencia.
Cerca de la puerta, en la pared, cuelga una pareja de cuadros que pertenecen a una serie sobre la vida de la Virgen, realizados por Francisco Antolínez Sarabia a finales del siglo XVII. Se trata de una escena de la Sagrada Familia y la Anunciación del Arcángel San Gabriel y la Virgen. Este pintor se especializó en cuadros de pequeños y mediano tamaño, de composición sencilla, con fondos de paisaje y grupos de personajillos vivaces. Otro de los lienzos destacables de esta estancia es el titulado La Felicidad Pública, atribuido a Corrado Giaquinto. Este lienzo y otros tres que se encuentran en esta misma alcoba –La Magnanimidad, La Liberalidad y La Paz– son, en realidad, estudios preparatorios que este artista realizó pensando en la decoración del Palacio Real de Madrid, concretamente para la escalera principal. Por último, destacamos un grupo significativo de pinturas formado por dos pequeños bocetos con escenas de la vida de San Bruno, titulados Aparición de la Virgen y San Pedro a los discípulos de San Bruno y El martirio de los Padres de La Cartuja de Roermond. Ambas obras fueron realizadas por la magistral mano de Vicente Carducho.
Atribuidos a Corrado Giaquinto. Estos lienzos son, en realidad, estudios preparativos que este artista realizó pensando en la decoración del Palacio Real de Madrid, concretamente para la escalera principal. Este autor italiano que residió en España se dedicó a trabajar en encargos reales durante el último cuarto del siglo XVIII. Siempre le caracterizó el más genuino estilo rococó italiano, como así podemos comprobar en todos sus lienzos, cobrando singular protagonismo la amplia gama de grises, plata y azules.