Las obras de reforma de este edificio de estilo neoclásico para albergar en condiciones idóneas la colección de tapices data de los años 50 del pasado siglo XX.
En su interior se exponen nueve tapices procedentes de las manufacturas de Bruselas, datados entre los siglos XVI y XVII. Todos ellos reproducen pasajes bíblicos, salvo uno, que representa una escena mitológica.
Uno de ellos, Gabael llega a Ecbatana para presenciar la boda de Tobías y Sara, representa un tema que en el siglo XVI se convirtió en habitual para las piezas destinadas a regalos de boda. En esta obra vemos a los contrayentes en primer plano, a la izquierda, enmarcados en una arquitectura de aspecto clásico. Al igual que en los tapices de la misma época, en él también se repite el tipo de cenefa, consistente en un tronco de palmera, alrededor del cual se engarzan flores, frutos y en ocasiones incluso aves.
Algo posteriores, de la segunda mitad del siglo XVI, son los tres tapices pertenecientes a la historia bíblica de Jacob, en los que todavía podemos contemplar rasgos compositivos anteriores, como la división en varios planos, donde las acciones en segundo plano y al fondo representan sucesos anteriores o posteriores a la acción principal. La cenefa que les rodea incluye elementos arquitectónicos, donde se engarzan complejas y abundantes guirnaldas de flores, medallones y figuras humanas.
Los tapices de la serie de Noé son ya del siglo XVII. En ellos se muestra ya únicamente una escena, que concentra el dramatismo de la historia del diluvio y el carácter ejemplarizante de la embriaguez del personaje.